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martes, 11 de octubre de 2011

Masajes

Lo primero que nos enseñan antes de la técnica del masaje en sí, es aprender dos cosas muy importantes:

- No dejar que el estado emocional de la persona se trasmita hacia ti.
- No trasmitirle tú, tu propio estado de ánimo.

¿Por qué? muy fácil, muchas de las personas que vienen a hacerse un masaje, son personas que tienen contracturas "emocionales". Me explico, muchos de nuestros dolores físicos son producidos por nuestras propias cargas emocionales, por lo tanto, cuando una persona viene con un dolor de espalda pero no ves una causa física suele ser debido a que soporta una gran carga emocional. Nuestro trabajo consiste en ese momento primero en aliviarle el dolor y segundo trasmitirle calma.
Hay veces que, bien porque a la clienta la conoces de mucho tiempo y le tomas cierto cariño o bien porque es alguien conocido, te acabas involucrando demasiado en el masaje, sintiendo lo que esa persona siente y es una "carga" que te llevas a cuestas.
Somos pura enería y funcionamos como una central eléctrica, cuando haces un masaje y notas que esa persona te trasmite sus emociones tenemos dos trucos:
- Ponernos descalzas en el suelo mientras hacemos el masaje para que la energía pase por nosotras sin llegar a quedarse.
- Lavarnos las manos con agua muy fría hasta los codos para renovar nuestra propia energía.

El peor caso es cuando eres tú la que, sin darte cuenta, trasmites tus emociones a la persona. Hay gente que se ha levantado melancólica, nerviosa o llorando incluso. Es mucho más díficil intentar trasmitir calma cuando estás mal que conseguir que ella no te trasmita nada.

Es un mundo de sensaciones muy amplio, bastante dificil. Los masajes no es coger a una persona y hacerle cada una de las maniobras, el masaje va mucho más allá y debe dejarte no sólo sensación de bienestar si no también una sensación de energía positiva.

Mi especialidad es el tratamiento corporal, soy capaz no sólo de trasmitir buena energía, también soy capaz de concentrarme lo suficiente como para que esa energía me llene a mí y terminar un masaje haciendo que esa persona y yo estemos relajadas y con una buena sensación en el cuerpo.
Por supuesto, cada masaje se complementa con algún aceite esencial acorde a la persona y al sexo (hay esencias ying, para la mujer, y esencias yang para el hombre)
Un buen masaje depende de unas buenas manos, de una buena concentración y de un buen ambiente relajado, con aromas agradables y con un producto adecuado para la persona.
Como veis el masaje no es coger las manos y menearlas sobre un cuerpo. Un masaje es una sintonia cuerpo-mente con la persona que tienes entre tus manos.

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